Gracias a las técnicas de neuroimagen, se puede saber qué zonas del cerebro se desarrollan más después de un aprendizaje.
Utilizando estos avances científicos, una serie de experimentos han desmontado la antigua idea de que el cerebro sólo crea nuevas conexiones durante la infancia y que, con posterioridad a este periodo de la vida, nada puede hacerse para modificar nuestro mapa cerebral.
NUESTRO CEREBRO ES FLEXIBLE
Estas últimas investigaciones han demostrado, que aunque ya seamos adultos, el cerebro es flexible y se puede modificar.
No es cierto eso de “yo he sido así siempre y no se puede hacer nada”.
A lo largo de nuestra infancia, las experiencias que vivimos y nuestra manera de reaccionar ante éstas, van configurando una serie de patrones que son los que vamos repitiendo durante nuestra vida adulta.
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PODEMOS CAMBIAR NUESTROS PATRONES NEGATIVOS
Estos experimentos nos muestran que es posible dejar de reforzar patrones antiguos y que se pueden consolidar unos nuevos.
El cambio es posible, se puede lograr tener una nueva manera, más saludable, de interpretar las vivencias.
Cuando hablo con las personas que vienen a mi consulta sobre estos patrones, les suelo pedir que imaginen que en su cerebro existen redes neuronales (como si fueran carreteras) que se refuerzan cada vez que se piensa de una determinada manera.
Cuanto más se refuerza un pensamiento o un comportamiento, más crece esta carretera.
Después de años y años de refuerzo, la carretera se convierte en una autopista de cinco carriles y la manera de interpretar el mundo está condicionada por estos patrones que llevan años funcionando.
EL CAMBIO ES POSIBLE
El trabajo que hacemos en la terapia es doble, por un lado, las personas dejan de reforzar los antiguos patrones cargados de miedos, dolor y baja autoestima.
Por otro, se fortalece el camino de la seguridad y la confianza, que pasa a ser una autopista de cinco carriles.
Se crea una nueva manera de interpretar el mundo exterior y las relaciones personales.
Siempre se puede cambiar, no sirve la excusa del “yo es que soy así y no puedo cambiar.”
Tu historia personal no tiene que condicionarte durante toda tu vida.
Ramón Soler, Psicólogo
¿Piensas que no puedes cambiar?