Durante 90 años, en la Universidad de Harvard han realizado el estudio científico más longevo de la historia sobre la felicidad. La conclusión principal fue bien clara: en la calidad de nuestros vínculos sociales encontramos la clave de nuestro bienestar.
Mi experiencia profesional
En mis más de 20 años de experiencia profesional, he visto como este hecho se refleja en la vida de mis pacientes.
El abandono, la falta de ternura, de cobijo y atención en la infancia, la soledad o las relaciones abusivas suelen ser la fuente de un profundo sufrimiento y malestar.
Cuanto más deteriorado está la relación entre las personas, cuanto más desestructurado es el vínculo con nuestros adultos de confianza en la infancia, más sufrimos emocional y físicamente a lo largo de la vida.
Al contrario, unos vínculos sociales sólidos y equilibrados no solo nos hacen sentir bien emocionalmente, sino que tienen un impacto real en nuestra salud física.
¿Por qué las relaciones saludables son tan importantes?
Según este estudio, las personas que tenían relaciones más apegadas y respetuosas, a medida que envejecían, se mantuvieron mejor física y emocionalmente.
Además, son otros muchos los efectos positivos que tiene en nuestra salud mantener vínculos afectivos sólidos y seguros.
Entre ellos:
- Reducción del estrés: Contar con alguien en quien confiar nos ayuda a afrontar los problemas con menos ansiedad y estrés.
- Mejor manejo de nuestras emociones: hablar sobre lo que sentimos con confianza, sin juicios y notando el apoyo de la otra persona, nos ayuda a aliviar el estrés y a desarrollar un sentido de pertenencia. No te sientes en soledad, te notas cobijado y escuchado.
- Mejor salud cardiovascular: Las relaciones saludables están asociadas con una presión arterial más baja y un corazón más saludable.
- Mayor longevidad: Las personas con vínculos fuertes tienden a vivir más tiempo.
- Salud mental más sólida: el apego seguro nos protege contra la ansiedad, la depresión y otros problemas psicológicos.
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No es una cuestión de cantidad, sino de calidad
No se trata de la cantidad de personas en nuestra vida, sino de la calidad del vínculo que mantenemos con ellas.
Un
vínculo basado en la confianza, el respeto, la reciprocidad y la
empatía tiene un efecto positivo mucho más profundo en nuestra
salud que un gran número de conexiones superficiales.
Además, para una persona introvertida mantener una o dos relaciones de amistad cercanas es suficiente. Tener más podría ser estresante y agotador.
Sin embargo, a una persona extrovertida le gusta tener un mayor número de vínculos de amistad. No se sienten presionados, al revés, les estimula mantener un mayor número de personas a su alrededor.
Los vínculos sanos comienzan por nosotros
Para crear vínculos saludables con otras personas, en primer lugar, tenemos que aprender a cuidarnos, valorarnos y, sobre todo, amarnos, nosotros mismos. No desde el narcisismo y la egolatría, sino desde el equilibrio y la realidad.
Con mis pacientes, este es un tema fundamental que trabajamos en la consulta, si nunca se sintieron apoyados, amados, protegidos y cobijados, antes de crear vínculos sólidos con otras personas, necesitan recuperar o crear una relación de ternura, aceptación y compromiso con ellos mismos.
Una vez sanada la relación con ellos mismos, podrán afrontar otras relaciones desde la autoprotección, la seguridad y la autoconfianza.
Ramón Soler, Psicólogo